Entrevistamos a Leo Bassi

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1. Bueno Leo, antes de nada, quisiéramos saber cómo comenzó la idea del Paticano. 
Todo comenzó por la colocación de una bomba en mi camerino del teatro alfil el 1 de marzo de 2006. En aquello tiempo yo hacía un espectáculo que se llamaba” La revelación” en la que empecé a criticar a la iglesia, sobre todo a la biblia y sus contradicciones. Un día se encontró casi un kilo de explosivo con gasolina en mi camerino. Tuve mucha suerte de que no explotara. 

Entonces pensé ¿Cómo puedo vengarme? Voy a hacer algo diferente, a mi manera. Fue en el 2011 cuando alquilo este pequeño local en el que monté el Paticano para canalizar mi deseo de venganza en algo creativo y no violento. Aun así, sigue habiendo ofendidos porque hace tres años vinieron y quemaron el local, aun siendo algo amable.

Esto es la democracia la libertad de decir cosas que incluso pueden ofender a otras personas, porque si no, no hay libertad de expresión, si no serían todo acuerdos. La democracia funciona porque hay variedad de opiniones y existe la posibilidad de argumentar cosas que no son aceptadas por todos.

2. ¿Y porque el símbolo del pato?
Con el símbolo del pato yo pretendía criticar el monoteísmo en general como el dios todo poderoso, machista. Yo me preguntaba qué podría ser la antítesis de todo ello.  El patito de goma es un ser amable, inocente, amigo de los niños, sin ningún poder y que tampoco lo busca. El patito es un dios indiferente, positivo, es un dios de los perdedores que no se preocupa por cuantos seguidores tiene en Instagram o cuántos fieles tiene. Casi nos molesta cuando la gente viene diciendo que cree en el pato, no queremos que la gente crea en el pato, queremos gente con espíritu crítico. 

3. Entonces si tuviéramos que poner los límites del humor en algún sitio, si es que los tiene ¿Dónde los pondríamos?
Yo lo tengo muy claro, el humor es reírse de los fuertes desde el lado de los débiles. Nunca hay que reírse de algo frágil. Si al poderoso de le muere la hija no me voy a reír del poderoso porque se ha transformado en un ser débil en esa situación. El chiste va siempre contra el poderoso. 

4. Entonces según su opinión que es lo que nos va a deparar el futuro con todas las revueltas que está habiendo ahora. 
La revolución en el futuro será ecologista. Si el sistema capitalista trata de acumular bienes materiales a costa del equilibrio ecológico del planeta, entonces ya no es una cuestión de ideología, ya sobrevivimos o no, y para eso hay que cambiar el sistema económico. España no tiene un ecosistema a parte del mundo. 

Yo tengo muchas nacionalidades. Nací en EEUU tengo antepasados italianos franceses, sudafricanos, ingleses, polacos e irlandeses, si yo tuviera que luchar por una nacionalidad tendría que matarme a mi mismo. Un hecho político como el de Cataluña no cambia la situación climática. 

A mí me gusta España por la gracia y la vitalidad de la cultura latina. 

5. ¡Claro! Es importante que el humor sea una herramienta de crítica. 
Hay que matizar que el humor es un medio, pero no es en sí mismo ni bueno ni malo. Tu puedes hacer humor extraordinariamente machista, homófobo… hay humor negro que hace de reír y me hace de reír, pero que yo no puedo decir en público porque podrían matarme. El humor es un acto de inteligencia al servicio del humanismo, nunca del egoísmo. El humor reside en poner en pocas imágenes o en pocas palabras una idea complicada. Es un acto sintético.

6. Si tuvieras que hacer este acto sintético contigo mismo, ¿Cómo te definirías con una palabra? 
Bufón. Lo bufones se permitían a sí mismos decirle a la cara al rey o al emperador la verdad y de hacerlo de manera humorística, incluso pagándolo con la propia vida en algunos casos. Un chiste demasiado atrevido o que cuestionara al poder, podía ser mortal. 

7. Bien ya para terminar, si tuvieras que decirle algo a los estudiantes, que, de una manera o de otra serán el futuro. ¿Qué les dirías?
Hay que luchar, nada está conquistado. Cada generación tiene su lucha, yo he tenido la mía, mis padres y mis abuelos la suya. Creo que los jóvenes tenéis un gran desafío porque los cambios en la sociedad son cada vez más rápidos. Quizás de una manera mucho más perversa, tendréis que definiros ante la inteligencia artificial, las AI tendrán su propia narrativa, y si nos salimos de ella seremos sancionados. 

Hablando con matemáticos me decían que uno de los límites actuales de la AI es entender la comicidad humana. No entienden la dualidad humana. 

Mi abuela no podría haber imaginado un teléfono móvil y hoy en día es la más común del mundo.