Entrevista a Federico Babina

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Entrevistamos a Federico Babina, ilustrador y arquitecto

Te conocimos a través de tus ilustraciones, especialmente por aquellas en las que te inspirabas en artistas o directores de cine para hacer diseños de edificios. ¿Qué te inspiró a hacer estas series?

Siempre he estado fascinado por la relación entre la arquitectura y el cine, sobre todo por el equilibrio entre el espacio y la acción. La idea era retratar escenografías imaginadas, realizadas y construidas para contar historias y retratar personajes.
Todas las personas, conscientemente o inconscientemente, relacionan y enlazan una película con el espacio en el cual tiene lugar la acción. Es como una caja que contiene un regalo. La idea de la serie de la ilustración era transformar la “caja” en “regalo”.
Amando el cine y la arquitectura es fácil encontrar similitudes y paralelismos entre las dos disciplinas. Son dos mundos que a veces se observan entre sí a distancia y otra vez se encuentran y se fusionan.


En estas 27 ilustraciones que quería tratar de construir 27 pequeñas historias imaginando y que dan forma en la arquitectura de la estética de 27 maestros del cine. 27 casas imaginaron e imaginario que los marcos como el de la película están tratando de
relacionar y fotografiar un fragmento de la imaginación de algunos de los grandes “arquitectos” de cine.

Fuente: https://federicobabina.com/

Un ejercicio abstracto de la traducción de un idioma a otro. Transposición y transformación de algunos de los elementos característicos de la lengua de película en formas y geometrías arquitectónicas.

En el cine cada detalle de una película ayuda a construir un lenguaje único y característico de la personalidad artística de su director. La misma cosa sucede en la arquitectura donde hasta el más mínimo detalle ayuda a dar forma a la impronta de un arquitecto. El vestuario, el color, la luz, los objetos el tiempo todo puede convertirse en materiales, ventanas, estructuras geométricas y composiciones para construir una casa hecha de “celuloide”.

Las ilustraciones fotografían y hablan de directores con estilos y estética muy diferentes donde el denominador común es una personalidad fuerte y definida. Caminar por las calles de una ciudad hecha de arquitectura ilustrada para hacer un breve recorrido por la historia del cine.

Los directores son como los arquitectos de cine.

Ellos son los que construir historias que como edificios envuelven al espectador y lo llevan en un mundo diferente. Cada uno con su propio estilo, lenguaje y estética, piensan, diseñan y construyen lugares y historias que nos acogen para la duración de la película.

La arquitectura es como una escena de una película en la que la historia es la vida, el guion es dictado por el uso del edificio y donde los actores son los residentes. Un laberinto en el que todos ‐los personajes, el director, el público –están perdidos y encontrados en la intensidad de sus emociones.

Te formaste como arquitecto en la universidad, pero ¿cómo comenzó tu trayectoria como ilustrador? ¿Fue fácil dar el salto de la arquitectura a la ilustración?

Yo soy de Bologna pero me formé como arquitecto en la Universidad de Florencia. Soy Arquitecto.

No dejo nunca de ser un arquitecto para convertirme en un diseñador gráfico. Trato de sumar

las experiencias y no de restarlas.

Me esfuerzo para que mi trabajo siga el rigor de la arquitectura, la libertad de la pintura, el ritmo y la pausa de la música y el misterio mágico del cine. Trato de mezclar lenguajes

aparentemente heterogéneos pero que se comunican entre sí.

Algunas veces soy un arquitecto con pasión por la ilustración y otras soy un ilustrador con pasión por la arquitectura. No dejo nunca de ser un arquitecto para convertirme en un diseñador gráfico. Trato de sumar las experiencias y no de restarlas.

Me fascina la idea de ser capaz de combinar el mundo de la arquitectura y la ilustración. Transformar la arquitectura en una ilustración y las ilustraciones en una arquitectura.

Cuando empezaste en el mundo de la ilustración, ¿te sentías por detrás de gente con una
formación más específica en este campo (como bellas artes, etc)?

Yo nací con la ilustración. Es parte de mi vida desde que era un niño. Las ideas se esculpen, se moldean y se transforman a través de la ilustración. Nací con ilustraciones de cuentos de hadas, crecí con los rasgos de los cómics y he madurado con el dibujo arquitectónico.

Hice una escuela de arte y por esta razón tengo familiaridad con el diseño y las artes plásticas. Sin embargo, creo que cada arquitecto debe o debería ser un poco un graphic designer. El diseño es la manera que los arquitectos tienen para dar forma a sus ideas. Es la herramienta básica para concretizar su mundo imaginario e imaginado.

En este sentido el dibujo y la ilustración son para mi una de las maneras de contar y fotografiar los pensamientos, las sensaciones y las emociones.

¿Cómo dirías que ha influido tu formación en la realización de estas ilustraciones?

La arquitectura es uno de los filtros a través de los cuales observo las cosas.

Me gusta encontrar la arquitectura oculta en universos paralelos, en este sentido la ilustración me ayuda a explorar lenguajes alternativos. El “leitmotiv” de muchas de mis ilustraciones es encontrar los lugares ocultos de la arquitectura, lugares sensibles donde no sea tan evidente su presencia.

Mi objetivo ha sido y será siempre el de disfrutar y aprender con mi actividad. Que se trate de un micro proyecto o de un macro proyecto la ilusión tiene que ser la misma. El denominador común es siempre intentar conservar una actitud lúdica y hacer lo que me fascina de la manera más libre posible.

Los arquitectos se toman a sí mismos demasiado en serio cuando no es necesario y poco cuando lo es.

El juego puede ser una cosa muy seria.

Fuente: https://federicobabina.com/

¿Quién dirías que es tu arquitecto favorito? ¿Quién te inspira? ¿Y artistas o pintores tanto históricos como actuales?

Hay muchos arquitectos y artistas que me han influenciado y ayudado a mi crecimiento a lo largo de los años. Generalmente no me gusta hacer listas y clasificaciones.

Algunas arquitecturas han marcado un antes y un después en mi carrera. Entrar y respirar por primera vez las arquitecturas de Wright y Le Corbusier cuando era estudiante cambió mi visión y percepción de los espacios para siempre.

Creo que lo importante en la vida es tener pasiones. No es importante quién elige a quién. Tengo muchos “amantes” pero no me he casado con ninguno. Soy una persona curiosa por naturaleza y me gusta descubrir y explorar diferentes caminos. Me gusta la arquitectura en su faceta extrovertida y permeable.

Yo cambio todo el tiempo, evoluciono y a veces doy pasos atrás y mis planes y mis gustos siguen mis cambios y fluctuaciones.

Si pudieras vivir en alguna de las casas que has diseñado en tus ilustraciones, ¿en cual te gustaría vivir?

Mis imágenes me gustan todas de la misma forma. No puedo elegir un dibujo ni en sentido negativo ni positivo, cada imagen tiene algún detalle que la hace especial para mí.

Normalmente la imagen que más me gusta es la que todavía no existe. La que yo compongo en mi mente y dibuja mi imaginación. Por esta razón trato de enfocar mi entusiasmo y mi energía en las imágenes que aún no tienen forma

Cuando dibujo mis arquitecturas ilustradas, vivo dentro de ellas. He habitado todas mis arquitecturas con mi imaginación y fantasia. En general no me gusta la idea de transformar mis ilustraciones en arquitectura real. Nacieron para ser ilustraciones y por eso me gusta dejarlas en papel.

¿Cómo crees que la arquitectura se relaciona con otras artes?

Entre el arte y la arquitectura hay una “relación simbiótica y una asociación implícita”.

El arte y la arquitectura son disciplinas que hablan y ligeramente se tocan entre sí, la definición y la función de la arquitectura está cambiando constantemente con el desarrollo del arte contemporáneo.

Es fácil encontrar el arte escondido detrás de una forma arquitectónica o ver reflejada una geometría de un edificio pintado en un lienzo. Es imposible concebir la historia del arte en la exclusión de la historia de la arquitectura.

Pintura, escultura y arquitectura han estado siempre disciplinas complementarias que influyen entre sí y se alimentan para crecer y desarrollarse a lo largo de caminos comunes. Una escultura es como una micro‐arquitectura, la fachada puede ser como un lienzo pintado y un edificio puede ser una forma moldeada en las manos de un escultor experto.

Fuente: https://federicobabina.com/

¿Cómo planeas las temáticas para tus ilustraciones? ¿Qué te ayuda a sintetizar?

La creatividad en mi vida es un elemento necesario. Cuando era niño, uno de mis juegos favoritos era poner mi cabeza entre las piernas para mirar el mundo al revés. La vida creativa es un poco como este juego. Mirando las cosas, incluso las más simples, con una perspectiva diferente para descubrir diferentes matices.

Yo no creo en la inspiración mágica que te golpea repentinamente. Las ideas están allí esperando por nosotros, el problema es que muchas veces no somos capaces de verlas. Trato de observar las cosas desde un punto de vista diferente. Mirando el mundo al revés puede ofrecer muchas ideas creativas y despertar de una especie de ” visión dormida”. Las cosas que me gustan son muchas, pero mis referentes y mis fuentes de inspiración están sobre todo lejos del mundo del arte. El juego divertido es encontrar inspiración en lugares aparentemente invisibles.

De todos modos yo trato de observar a las personas, los animales, la naturaleza … todo lo que contiene “vida”.

Nunca intento escapar de la realidad que está siempre presente en mis imágenes. Lo que represento es una realidad menos visible que se mezcla con la realidad de la fantasía. Intento crear “lugares sensibles” donde las sensaciones y las emociones fotografían el mundo real.

El primer paso y el más importante es elegir lo que quiero decir a través de mi trabajo. Una vez que he encontrado el elemento generador la siguiente etapa es un trabajo de investigación para encontrar la mejor manera de describir y explicar el concepto. Transformar la idea en una ilustración.

En palabras de Bruno Munari: ¨complicar es fácil, simplificar, es difícil¨. La sencillez es lo más difícil de lograr. Para simplificar es necesario eliminar y para eliminar es necesario saber qué cosas son superfluas. Cada forma de expresión representa la búsqueda de una atmósfera y un imaginario.

¿Qué consejos le darías a un estudiante de arquitectura?

Mi objetivo ha sido y será siempre el de disfrutar y aprender con mi actividad. Que se trate de un micro proyecto o de un macro proyecto la ilusión tiene que ser la misma. El denominador común es siempre intentar conservar una actitud lúdica y hacer lo que me fascina de la manera más libre posible.

Mi consejo es no escuchar demasiados consejos. Seguir tus ilusiones y pasiones y nunca perder la capacidad de soñar.

¿Qué echas de menos de tu época de estudiante y qué cosas crees que han mejorado desde entonces?

Echo de menos sobre todo a la gente. También extraño la ilusión de que el trabajo tiende a apagar. Mi esfuerzo diario es mantener viva la llama de la utopía que se encendió durante los años de estudio.

Toda la estructura y organización en el campo de la enseñanza ha mejorado ciertamente. Los estudiantes tienen más herramientas disponibles en sociedad contemporánea.

Mi generación ha vivido años de estudio más anárquico. Nos dejaron más solos, lo que nos obligó a desarrollar otras habilidades para sobrevivir.

Fuente: https://federicobabina.com/

¿Cuál es tu metodología para trabajar? ¿Digital o analógico?

Cuando creo las ilustraciones siempre uso un collage de diferentes técnicas y programas. Desde el dibujo a mano a programas de modelado 3D y vectorial. Estos ingredientes diferentes me permiten lograr la mezcla y la atmósfera deseada. El resultado final siempre es en formado digital.

¿Hay alguna etapa del arte que te guste más o que consideres más inspiradora?

Me gusta todo el arte que esconde un pensamiento, una idea y que tenga la capacidad de conmoverme hacerme pensar y sobre todo sorprenderme.

Has dibujado muchas “casas” inspiradas en estilos artísticos, arquitectos, directores de cine, cuentos o incluso en la cocina… pero ¿cómo sería una casa diseñada por ti?

No tengo una casa ideal. Depende un poco del lugar del momento y de muchas más variables. Hay muchas casas ideales en las que he vivido con mi imaginación a lo largo de los años. Hay tantas como etapas de mi vida. Pero quizás sólo hay una que, como un camaleón, ha tomado formas y colores heterogéneos. Pero puedo fijar algunas constantes en estas metamorfosis. Una casa no grande en una sola planta con habitaciones pequeñas y envolventes que te protegen y una sala de estar espaciosa y luminosa, día y noche. Todo eso gira en torno a un patio que como el corazón de la casa pulsa la luz y la vida en las habitaciones. Las ventanas diseñadas como pinturas que enmarcan el mundo exterior y te invitan a entrar. Siempre hay diferentes vistas que forman el mosaico del paisaje.

Las formas, los colores y los materiales se vuelven indiferentes y pueden cambiar sin distorsionar el concepto.

Algunas de tus series como “Homeless is more” “Archright” o “Archisolation” abordan temas de actualidad social. ¿Crees que el arte es una buena herramienta para crear conciencia?

Como Oscar Wilde, no estoy convencido de la utilidad del arte en el cambio de las cosas. Pero creo que ayuda para reflexionar, para crear conciencia. El arte y la arquitectura son un instrumento de un proceso complejo: deben desarrollar la capacidad de leer y escuchar, deben ser un medio y no un fin. Yo no quiero con mi trabajo crear conciencia solo quiero expresarme y comunicar lo que siento.

¿Qué crees que puede hacer un arquitecto para ayudar a cambiar el mundo?

La arquitectura es la gente. Está hecha por las personas y para las personas. Apenas puedo concebir la arquitectura como una entidad abstracta.

La arquitectura cambia con la sociedad, la sigue, y en algunos casos la guía. El desafío arquitectónico es hacer nuestra vida mejor. Todos los días vivimos, observamos y respiramos arquitectura. Me gusta cuando la arquitectura es capaz de sorprender y despertar sensaciones inesperadas. La arquitectura debe ser capaz de comunicarse pero sobre todo escuchar. Me encanta el silencio de la arquitectura.

Desde siempre, el objetivo de la arquitectura es el diseño y la construcción de un espacio donde la gente pueda vivir y practicar sus actividades.

En este sentido la ciudades deberían acercarse a la gente y estimular las relaciones.

Es importante que la arquitectura de la ciudad futura pueda reequilibrar la relación entre lleno y vacío, y entre el ruido y silencio.

Probablemente el arte y la arquitectura no pueden cambiar el mundo, pero pueden y deben ser parte integral de un mundo cambiante.

Los arquitectos deberían romper las barreras, no construirlas ….

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