Atención: todas las citas aquí recogidas son reales, y se pronunciaron tal día en la Conferencia de la marca BD, celebrada en el Salón de Actos de la ETSAM
Barcelona Design revuelve el patio con su línea de bancos de mobiliario urbano. Extracto de la conferencia del día 27 de noviembre de 2019 en la ETSAM (abrimos hilo):
“En aquella época fabricamos una hippie lamp, que eran 3 alambres y una luz difusa blanca con un pañuelo que le habías comprado a tu amigo de la tienda vintage y cuando querías hacer el amor ponías sobre la bombilla.” – Óscar Tusquets.
Así comenzaba el día 27 de noviembre la mesa redonda de la prestigiosa marca de diseño BD, Barcelona Design, con Óscar Tusquets como fundador.
Durante la presentación de esta empresa de locos que trabajaron codo con codo con Dalí y su propia obra dieron consejos claves sobre varios diseños, como el famoso banco catalano: “Era una referencia al banco catalán que en esa época se estaba arruinando.”
Esa idea se reiventaba en el catálogo de 2019 con el banco suizo: “Una pena que ese chiste sólo se entienda en español.”
O la mesa del mono pensativo:
“Cuando diseñamos la mesa del mono, Lluís Clotet se desesperaba, y decía: Parece que me equivoco siempre y espero que tengáis razón con que se venderá. Pues bien, he de decir que es uno de nuestros grandes iconos.”
Más tarde hablaría un diseñador malagueño rescatado del pequeño pueblo de Fuengirola por BD. “Me ofrecieron trabajar con Barcelona Design. Y yo pensando: Cataluña, independentismo…. y Fuengirola. ¿Qué tienen en común? Eh… Pues no sé ¿El pescao? ¿El mero? Pues ea. Y así diseñé el jarrón.”
El dueño de la Oficina Penadés nos enseña con emoción una foto familiar de la ebanistería que sus abuelos poseían en Valencia, durante una fiesta en la que anualmente sacaban sus bancos e invitaban a paella a los vecinos del barrio, como buenos valencianos. Cuenta que para abrir el taller tuvieron que dedicarse a la compra venta de caballos.
“Mi empresa es como las familias de antes. De lo viejo se hace cocido y de lo más viejo ropa vieja.”
Pero parece ser que Óscar y Penadés tienen más en común de lo que el malagueño pensaba. El segundo por el desconocimiento de programas como nuestro bendito AutoCad, y Óscar por el desconocimiento de términos como el extrusionado del aluminio.
“Me dijeron que para producir de forma industrial podíamos extrusionar. ¿Extru qué? ¡Sí, como un churro!”
Llegado el turno de las preguntas del público, un profesor de proyectos 1 no identificado intervenía:
“Hace unos 15 años creí ver en una de vuestras exposiciones una ingeniosa cortina que dividía el espacio en la cama cuando una pareja necesitaba independencia lumínica. No la volví a ver pero me gustó tanto que me hice una.”
Tras esta afirmación cerró con una pregunta que nunca llegó a resolverse:
“¿Qué opinas sobre la gente que vende sus ideas para que las hagan otros?”.
A lo que Óscar afirmó cerrando el coloquio:
“Las exposiciones de diseño son una contradicción. Teteras que no puedes servir, copas que no puedes beber, sillas que no te puedes sentar… Me alegra que en esta escuela lo hagáis.”
Pero un pensamiento recurrente aflora en los alumnos: “La pregunta es si esos bancos vienen para quedarse.” – declara una chica. – Los bancos del patio están más contorsionados que el cuello de tu mejor amiga cuando le dices que mire disimuladamente.”
Cerramos este extracto de la conferencia no sin antes despertar a nuestros compañeros con esta pregunta que rompe todos los esquemas del diseño estructural:
¿Quién es el genio que diseñó los bancos de la escuela y a quién le pareció que era realmente una buena idea?